diciembre 13, 2011

Síncrono o asíncrono, esa es la cuestión...

Lo dije en G+ y en una entrada de hace un mes en mi blog (Ser es conocer...) que el futuro de la formación pasa necesariamente por el e-learning. Sigo pensándolo con la misma fuerza y convencimiento. Además, esta mañana antes de empezar la jornada he leído un artículo que puede servir de corolario a esta idea, ya que deduce lógicamente el porqué de esta conclusión en un lenguaje común (el inglés diría "in layman´s terms", en términos laicos, para el entendimiento general). Es imposible explicarlo mejor y de una manera más sencilla. 

El título del artículo es "Face-to-face is for special occasions" - El cara a cara es para ocasiones especiales y en su explicación de parte de el uso de la... tele, sí, de la tele, un chisme que ha revolucionado nuestra forma de acceder a la información y que  todo el mundo tiene en su casa (salvo algún detractor que lo sigue llamando la caja tonta... No vamos a entrar en el debate de que si esta "caja" es buena o mala. Sigo pensando que como todo en esta vida, algo es bueno o malo según el uso que le des y la cantidad en la que lo consumes...) Vemos conciertos, teatro, deporte en la tele y en diferido porque en directo sería inviable por su alto coste, falta de tiempo y el desplazamiento que suponen. Y aún así nos falta tiempo para ver algún programa de interés. Si lo pensamos, nuestro "consumo" de mass media es asíncrona, supeditado al control del tiempo del que tenemos a disposición, mientras que el "cara a cara" se reserva para momentos especiales y de ahí el título del artículo. 

Lo mismo pasa con la formación: en la modalidad online podemos acceder a la información cuando y cuanto nos permita el tiempo que tenemos a disposición y si queremos entrar en contacto (cara a cara) con la gente,  tenemos a disposición herramientas como el chat, livestream, videoconferencias por Skype o la quedada de G+ para hacerlo. Es una manera de compaginar vida laboral y formación, la solución perfecta para los tiempos ajetreados en los que vivimos. Eso sí, hay que querer hacerlo y tener la inquietud de formarse, ya que es un esfuerzo más en el día a día y el que no siente la pasión por saber más, no se molestará en renunciar al partido de fútbol en la tele o en el bar por conectarse a algún aula virtual, aunque sea para chatear... 

Con el e-learning hoy estamos ganando la batalla del tiempo y somos más ricos que ayer.



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