Hoy se sabrá más sobre los términos y cuantías del siguiente tramo de fondos europeos que la UE destinará a Rumanía entre 2014-2020. El ministro rumano de asuntos europeos (¡lo hay en Rumanía!), Leonard Orban, está hoy presente en Bruselas para negociarlo. A bote pronto hay dos factores que puedan influir negativamente las negociaciones: la situación económica complicada en la que está la Comisión Europea y la difícil absorción de los fondos por Rumanía por irregularidades y falta de know-how en justificarlos debidamente.
Este últimos aspecto es inquietante, según el mismo ministro, que ayer declaró en el periódico rumano
Ziarul Financiar que Rumanía podría perder hasta 4.2 mil millones de euros en 2012 y más de 1000 millones de euros en 2013 del Programa Operacional Sectorial de Desarrollo de RRHH (POSDRU) por graves irregularidades en el desarrollo del programa en el país entre 2010-2011. Las irregularidades tienen que ver, entre otras, con declaraciones de elegibilidad de algunos contratos a base de criterios subjetivos y la falta de control y seguimiento durante el desarrollo de algunos proyectos. Hace unos meses ya la Comisión Europea interrumpió la financiación de ciertos proyectos debido a irregularidades parecidas que Rumanía tendrá que remediar para poder cobrar las facturas pendientes desde Bruselas y que mientras tiene que pagar con dinero público.
En cuanto a las irregularidades a nivel institucional, poco se puede hacer, pero si pensamos en el conocimiento necesario para la correcta justificación de los proyectos, las empresas españolas pueden ser de gran ayuda dada su dilatada experiencia en ejecutar proyectos europeos.
1. competitividad: 682,12 millones de euros
2. infraestructura de transportes: 1.853,75 millones de euros
3. medio ambiente 806,23 millones de euros
4. RRHH: 940,72 millones de euros
5. desarrollo rural: 2.517,37 millones de euros
6. desarrollo regional: 1.342,97 millones de euros
Hay aún mucho dinero en juego que se puede ganar a través de las licitaciones y concursos públicos, una buena oportunidad para empresas españolas de sobrevivir durante la crisis financiera y a la vez seguir generando nuevas experiencias y referencias en su cartera de trabajos ejecutados. Para esto es importante tener un buen asesoramiento en el mercado rumano, conocer y pactar con empresas rumanas sólidas para la formación del consorcio licitador. Saber rumano y ser conocedor de la cultura empresarial del país pueden ser ventajas competitivas frente a otras empresas extranjeras.